Desde que era pequeña tuve la claridad que quería ser psicóloga, quizás porque en mi familia hay gran afinidad por esta carrera, o porque siempre he sido la confidente de mis amigos y familiares. Poco tiempo después de iniciar mis estudios de psicología me sumergí en la danza contemporánea. Mi amor por la danza fue aumentando cada vez más hasta llenar mi horario estudiando psicología en la mañana y danzando en la tarde.
Cuando faltaba poco tiempo para mi graduación escuché de la danza terapia. Inmediatamente supe que ese sería mi camino. Después de un largo proceso de investigación apliqué a un crédito beca para estudiar la maestría en Danza Movimiento Psicoterapia en Goldsmiths University of London. Fueron dos años intensos de aprendizajes y práctica, no sólo sobre Danza Terapia sino sobre mi misma.
Al regresar a Colombia comencé a re-encontrar mis pies y buscar trabajo, sabía que no iba a ser fácil encontrar algo directamente relacionado con la danza terapia, así que apliqué a varios trabajos como psicóloga con la expectativa de poder usar la danza y el movimiento como medio de sanación. Inicié trabajando en la Universidad Minuto de Dios en el área de bienestar universitario y logré hacer talleres y grupos de danza terapia con estudiantes y adultos mayores de la comunidad aledaña. Fue una época muy enriquecedora profesional y personalmente, pero sentía que necesitaba explorar otros espacios.
Retomé la búsqueda laboral y nuevamente elegí trabajar en el sector educativo, esta vez en un colegio privado. Inicié con grandes expectativas, pero las obligaciones y roles que debía cumplir excedían mi capacidad y disponibilidad para hacer danza terapia más allá del uso de algunas técnicas en los espacios de las asesorías psicológicas o las integraciones de grupo. Entonces decidí renunciar y arar mi camino independientemente. Ser la autora y responsable por construir mi realidad.
Desde hace mucho tiempo yo ya imaginaba Psicología y Danza, soñaba con este espacio. Sentía que mi alma quería más, que quería algo diferente, que quería vivir bailando. Psicología y Danza nace desde la pasión, desde la convicción que nuestros sueños se pueden volver realidad y desde la seguridad que el trabajo corporal es capaz de sanar nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestro espíritu.